Por: Susana Prado
El mariachi es uno de los más grandes representantes de la cultura mexicana anivel mundial, fue desde mediados del siglo XX que se declaró como un símbolo nacional gracias a su representación musical de profesionales. Su repertorio incluye sones, jarabes, música para fandangos, y música para bailes como el vals y el chotis. Su instrumentación se compone de cuerdas, violines, guitarrones, vihuelas, jaranas, arpas, salterios y guitarras.
Ante la necesidad de la visibilidad de la comunidad LGBT+ en la música y, sobre todo, en la música tradicional mexicana, surge el primer mariachi LGBT: Mariachi Arcoíris de Los Ángeles, el cual se creó con el objetivo de que existiera un lugar seguro para los músicos de mariachi que se identifican como LGBT para desempeñar la música regional mexicana, la cual lamentablemente cuenta con el prejuicio de ser “machista” y llena de un mundo discriminatorio.
Bajo la dirección de Carlos Samaniego, el Mariachi Arcoíris de Los Ángeles toca su repertorio para complacer a la comunidad gay, sin dejar a un lado su profesionalismo en donde demuestran su calidad musical.
El Mariachi Arcoíris también se menciona orgulloso de tener la primer mujer transgénero en la
historia del mariachi, Natalia Melendez.
Más allá de representar a la comunidad latina en los Estados Unidos, para el Mariachi Arcoíris es importante representar a la comunidad LGBT+ ya que para ellos según mencionan es bonito representar a la música mexicana borrando los estereotipos que hay en el género.
Es importante la representación del Mariachi Arcoíris en el mundo de la música ya que más allá de llevar a una cultura por todo el mundo llevan consigo el mensaje de poner un alto a la discriminación y prejuicios que puede conllevar la orientación sexual de las personas sea cual sea su ocupación, y que es en el talento en lo que
se deben centrar.